BOSQUE MAUÁ (Set. 2019)
Concurso de Ideas urbano-arquitectónicas para el área Dique Mauá.
Concurso organizado por M.I.E.M. (Ministerio de Industria, Energía y Minería).
Equipo Proyecto:
Arq. Santiago Pons (Proyectista Coordinador), Arq. Alma Varela (Proyectista Coordinadora), Arq. María Amado (Proyectista)
Arq. Ana Lucia Alvarez (Proyectista Colaboradora), Agustina Taroco (Proyectista Colaboradora)
Diego Ré (Colaborador), Emiliano Borgiani (Colaborador), Arq. Federico Keuchkerian (Colaborador) y Gimena Delbono (Colaboradora).
Equipo Asesor:
Arq. Jonás Prieto (Paisaje), Arq. Gustavo Olveyra (Gestión), Ec. Rodrigo García (Economía), T.D. Claudio Varela (Deportes y Recreación)
2a. MENCIÓN HONORÍFICA
Concurso de Ideas urbano-arquitectónicas para el área Dique Mauá.
Concurso organizado por M.I.E.M. (Ministerio de Industria, Energía y Minería).
Equipo Proyecto:
Arq. Santiago Pons (Proyectista Coordinador), Arq. Alma Varela (Proyectista Coordinadora), Arq. María Amado (Proyectista)
Arq. Ana Lucia Alvarez (Proyectista Colaboradora), Agustina Taroco (Proyectista Colaboradora)
Diego Ré (Colaborador), Emiliano Borgiani (Colaborador), Arq. Federico Keuchkerian (Colaborador) y Gimena Delbono (Colaboradora).
Equipo Asesor:
Arq. Jonás Prieto (Paisaje), Arq. Gustavo Olveyra (Gestión), Ec. Rodrigo García (Economía), T.D. Claudio Varela (Deportes y Recreación)
2a. MENCIÓN HONORÍFICA
Concurso Bosque Mauá se presenta como un ecosistema para el encuentro urbano, la cultura y la innovación. Afronta el desafío de proyectar en la costa y en la preexistencia patrimonial -memoria de la producción nacional-, con componentes evolutivos, dinámicos y naturales. Propone abordar la creación, la producción, el consumo, y la utilización del espacio público bajo nuevas formas más responsables para con el ambiente, económica y socialmente viables.
La actuación propuesta articula el relicto de ciudad al sur de la Rambla con el tejido urbano de los barrios al norte de la misma, activando dos sectores abandonados mediante nuevos usos y una conexión especializada que reserva el relativo aislamiento del tramo costero para una reconquista urbana bajo nuevas modalidades.
Se propone un bosque urbano con una batería de programas arquitectónicos que rehabilitan las preexistencias para albergar una estación de energía de emisión cero, una tecnoteca para el acercamiento de la población a la tecnología, y la generación “jardines secretos” como espacios de investigación de germoplasma y de promoción de la agricultura urbana, servidos por pequeños o medianos emprendimientos comerciales permanentes y eventuales de estímulo a la economía circular y a la economía social.
El conjunto de usos y actividades propuesto busca potenciar las estrategias institucionales del MIEM, la IM y la ANII, retomando los principales aspectos de las
consultas públicas realizadas.
El Bosque Mauá asume el doble objetivo de generar la Activación Creativa y la Integración Responsable del Área Núcleo para que asuma un nuevo rol urbano
interactuando sinérgicamente con su entorno inmediato y la ciudad.
- Activación Creativa que estimule la producción innovadora y propicie la capacitación pertinente con valor agregado, revalorizando las formas de hacer
históricas y proyectando nuevas.
- Integración Responsable que enfatice en el uso amigable del patrimonio natural y cultural, considerando especialmente el patrimonio industrial, el inmaterial, y los recursos turísticos, teniendo en cuenta la inclusión participativa.
Reconociendo la condición de lugar singular en un sector de borde urbano de cualidades únicas, se plantea el desfìo de intervenir a partir de cuatro claves
articuladas con los cometidos MIEM y las estrategias IM1:
● Activar [Ac] : para estimular las actividades productivas y lúdicas. Supone enfocar proyectos saludables y disfrutables (perfil lúdico -juegos, descubrimiento, deporte-), así como promover proyectos productivos: inclusión en actividades turísticas; estímulo a la actividad comercial permanente y eventual (ferias, espacios comerciales para Pymes, artesanos y organizaciones de la economía social)
● Crear [Cr]: para reinventar el capital humano a través del estímulo a la formación de calidad, la gestión de actividades culturales, de enseñanza y capacitación con énfasis en la innovación; y la valorización y rescate de la memoria (relato, destaque de edificios, espacios urbanos, formas de hacer, personajes, etc)
● Integrar [In]: para superar las brechas urbanas, promoviendo la inclusión y participación ciudadana. Supone la consideración de género y grupos priorizados en las políticas públicas de inclusión, tanto en el diseño físico -espacios seguros frente al acoso, que consideren la diversidad de género, de familias, a las personas con discapacidad, las actividades de planificación y gestión participativa, las iniciativas culturales independientes-, como en el diseño de actividades específicas, y la promoción de la participación informada (difusión y comunicación, así como el empoderamiento en la toma de decisiones y en la implementación -actitud colectiva/colaborativa-).
● Responsabilizarse [Re] : para asumir conciencia y orientar las opciones de uso y consumo. Implica alternativas de consumo energético, manejo de residuos (sólidos y líquidos), gestión de externalidades, minimizar el impacto en ecosistemas, promover el el manejo inteligente de los recursos y propender a mejora de la movilidad.
La actuación propuesta articula el relicto de ciudad al sur de la Rambla con el tejido urbano de los barrios al norte de la misma, activando dos sectores abandonados mediante nuevos usos y una conexión especializada que reserva el relativo aislamiento del tramo costero para una reconquista urbana bajo nuevas modalidades.
Se propone un bosque urbano con una batería de programas arquitectónicos que rehabilitan las preexistencias para albergar una estación de energía de emisión cero, una tecnoteca para el acercamiento de la población a la tecnología, y la generación “jardines secretos” como espacios de investigación de germoplasma y de promoción de la agricultura urbana, servidos por pequeños o medianos emprendimientos comerciales permanentes y eventuales de estímulo a la economía circular y a la economía social.
El conjunto de usos y actividades propuesto busca potenciar las estrategias institucionales del MIEM, la IM y la ANII, retomando los principales aspectos de las
consultas públicas realizadas.
El Bosque Mauá asume el doble objetivo de generar la Activación Creativa y la Integración Responsable del Área Núcleo para que asuma un nuevo rol urbano
interactuando sinérgicamente con su entorno inmediato y la ciudad.
- Activación Creativa que estimule la producción innovadora y propicie la capacitación pertinente con valor agregado, revalorizando las formas de hacer
históricas y proyectando nuevas.
- Integración Responsable que enfatice en el uso amigable del patrimonio natural y cultural, considerando especialmente el patrimonio industrial, el inmaterial, y los recursos turísticos, teniendo en cuenta la inclusión participativa.
Reconociendo la condición de lugar singular en un sector de borde urbano de cualidades únicas, se plantea el desfìo de intervenir a partir de cuatro claves
articuladas con los cometidos MIEM y las estrategias IM1:
● Activar [Ac] : para estimular las actividades productivas y lúdicas. Supone enfocar proyectos saludables y disfrutables (perfil lúdico -juegos, descubrimiento, deporte-), así como promover proyectos productivos: inclusión en actividades turísticas; estímulo a la actividad comercial permanente y eventual (ferias, espacios comerciales para Pymes, artesanos y organizaciones de la economía social)
● Crear [Cr]: para reinventar el capital humano a través del estímulo a la formación de calidad, la gestión de actividades culturales, de enseñanza y capacitación con énfasis en la innovación; y la valorización y rescate de la memoria (relato, destaque de edificios, espacios urbanos, formas de hacer, personajes, etc)
● Integrar [In]: para superar las brechas urbanas, promoviendo la inclusión y participación ciudadana. Supone la consideración de género y grupos priorizados en las políticas públicas de inclusión, tanto en el diseño físico -espacios seguros frente al acoso, que consideren la diversidad de género, de familias, a las personas con discapacidad, las actividades de planificación y gestión participativa, las iniciativas culturales independientes-, como en el diseño de actividades específicas, y la promoción de la participación informada (difusión y comunicación, así como el empoderamiento en la toma de decisiones y en la implementación -actitud colectiva/colaborativa-).
● Responsabilizarse [Re] : para asumir conciencia y orientar las opciones de uso y consumo. Implica alternativas de consumo energético, manejo de residuos (sólidos y líquidos), gestión de externalidades, minimizar el impacto en ecosistemas, promover el el manejo inteligente de los recursos y propender a mejora de la movilidad.
El Bosque Mauá servirá de pulmón verde para un área de 430 ha de ciudad en donde residen 65.000 personas4 aproximadamente sumada la población flotante que ingresa a dicho territorio -centro financiero y administrativo por excelencia- en horario laboral. El sector urbano de alcance -Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur y Aguada- actualmente carecen de proximidad a espacios verdes arbolados de porte medio.
El Bosque Mauá se inserta en un recinto autocontenido memoria de la producción, que rompe la amplitud visual de la Rambla y al mismo tiempo retoma su histórica lógica de naturaleza artificializada. Su atmósfera invita a conectar con la “nueva naturaleza” y los diversos ecosistemas de interfase que la intervención propicia.
Inserto en un tramo caracterizado como urbano central, ofrece experiencias muy distintas a las que se presentan en el área. A partir de la interpretación de las dinámicas y condiciones socioespaciales y ecológicas, y el uso del vegetal como elemento de proyecto, se propone un refugio de sombra y abrigo que contrasta con la vivencia expuesta de la rambla y de la contigua playa del Gas. Presenta un entorno rico en biodiversidad, albergue de distintas especies de árboles y plantas y aves tan atractiva como significante y enriquecedora.
Este espacio abierto articula todas las piezas y se convierte en el gran vestíbulo en el que se pueden expandir muchas de las actividades que albergan los edificios y otras actividades de carácter temporal o experimental. Es un gran espacio multifuncional que propicia el encuentro, el intercambio y la participación en un entorno de gran valor medioambiental y educativo, ya que lo forman especies autóctonas que aportan sus usos y valores tradicionales, culturales, ecológicos y comerciales.
El Bosque Mauá se inserta en un recinto autocontenido memoria de la producción, que rompe la amplitud visual de la Rambla y al mismo tiempo retoma su histórica lógica de naturaleza artificializada. Su atmósfera invita a conectar con la “nueva naturaleza” y los diversos ecosistemas de interfase que la intervención propicia.
Inserto en un tramo caracterizado como urbano central, ofrece experiencias muy distintas a las que se presentan en el área. A partir de la interpretación de las dinámicas y condiciones socioespaciales y ecológicas, y el uso del vegetal como elemento de proyecto, se propone un refugio de sombra y abrigo que contrasta con la vivencia expuesta de la rambla y de la contigua playa del Gas. Presenta un entorno rico en biodiversidad, albergue de distintas especies de árboles y plantas y aves tan atractiva como significante y enriquecedora.
Este espacio abierto articula todas las piezas y se convierte en el gran vestíbulo en el que se pueden expandir muchas de las actividades que albergan los edificios y otras actividades de carácter temporal o experimental. Es un gran espacio multifuncional que propicia el encuentro, el intercambio y la participación en un entorno de gran valor medioambiental y educativo, ya que lo forman especies autóctonas que aportan sus usos y valores tradicionales, culturales, ecológicos y comerciales.
Articulación de las nuevas construcciones con las preexistencias, la concreción material y la localización de usos
Se entiende que cualquier propuesta de intervención debe acordarse previamente con la Unidad de Protección del Patrimonio (IM) y con la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN, MEC). En consonancia con las definiciones de Régimen
Patrimonial de Montevideo, se plantea una estrategia en base a cuatro acciones :
rehabilitación, consolidación, demolición y obra nueva.
Por un lado la rehabilitación de aquellos edificios que se entienden con valor patrimonial tales como: Edificio del Reloj, Edificio Blanco, Piletas de Decantación, Carboneras, Taller y Depósito de Ladrillos.
Por otra parte se propone la demolición de una serie de construcciones accesorias, que se consideran sin valor, tales como casillas y pequeños galpones. También se demolerán aquellos edificios que, además de lo anterior, por su implantación obstaculizan la visual de los edificios más destacados. Ésos edificios serían el Edificio Rojo, el Pórtico de Sistemas a Nafta (que obstaculizan al Edificio del Reloj) y el Galpón 01. Igualmente se dejarán evidencias de trazas de muros y pilares sin retirar, a modo de anécdotas en el bosque, como testimonio de la existencia de dichas estructuras.
Otra estrategia es la de consolidación del resto de las estructuras, evitando los riesgos de colapso y retirando demás peligros a visitantes, pero a la vez manteniendo su valor como volumetría y texturas. En particular destaca el muro perimetral.
Por último la intervención de obra nueva , destacando los portales de acceso, de cuidado tratamiento a los sectores de intervención de muro.
Se entiende que cualquier propuesta de intervención debe acordarse previamente con la Unidad de Protección del Patrimonio (IM) y con la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN, MEC). En consonancia con las definiciones de Régimen
Patrimonial de Montevideo, se plantea una estrategia en base a cuatro acciones :
rehabilitación, consolidación, demolición y obra nueva.
Por un lado la rehabilitación de aquellos edificios que se entienden con valor patrimonial tales como: Edificio del Reloj, Edificio Blanco, Piletas de Decantación, Carboneras, Taller y Depósito de Ladrillos.
Por otra parte se propone la demolición de una serie de construcciones accesorias, que se consideran sin valor, tales como casillas y pequeños galpones. También se demolerán aquellos edificios que, además de lo anterior, por su implantación obstaculizan la visual de los edificios más destacados. Ésos edificios serían el Edificio Rojo, el Pórtico de Sistemas a Nafta (que obstaculizan al Edificio del Reloj) y el Galpón 01. Igualmente se dejarán evidencias de trazas de muros y pilares sin retirar, a modo de anécdotas en el bosque, como testimonio de la existencia de dichas estructuras.
Otra estrategia es la de consolidación del resto de las estructuras, evitando los riesgos de colapso y retirando demás peligros a visitantes, pero a la vez manteniendo su valor como volumetría y texturas. En particular destaca el muro perimetral.
Por último la intervención de obra nueva , destacando los portales de acceso, de cuidado tratamiento a los sectores de intervención de muro.
El Bosque Mauá se proyecta interviniendo el vegetal de 5 maneras:
Por un lado como barrera cortavientos de Acacia caven, Pouteria salicifolia, Schinus molle que genera una deflexión en la dirección e intensidad de la situación más desfavorable, el viento de dirección sur que destaca por su baja temperatura. También como superficie envolvente (o velo verde) sobre una malla protectora que permite entrever la arquitectura existente. A modo de alfombra verde de Stenotaphrum secundatum que se extiende sobre el bosque y la pradera. Generando una barrera sombráculo de diferentes especies que protege del asoleamiento directo y finalmente como filtro visual donde se alinean las palmeras Washingtonia robusta.
Es una pieza viva, pulmón y corazón verde del complejo, que responde con precisión al complejo enclave que ocupa. Es una gran sala hipóstila formada por una plantación regular de Luehea divaricata cuyos troncos de fuste recto y copa alta forman un dosel entre 12-15 metros de altura que refleja la estacionalidad con su desborre, floración y otoñada. En este bosque se abren algunos claros que forman plazas con mayor capacidad para el encuentro y canalizar los flujos actividades.
El bosque se especializa en su fachada a la costa, donde se transforma en barrera cortavientos que protege a sotavento el bosque de los temporales y el agua salobre del Río de la Plata. Esta barrera perenne e impenetrable formada por Acacia caven, Pouteria salicifolia, Schinus molle, también sirve de refugio y alimento a numerosas aves urbanas, costeras y migratorias.
El sotobosque aprovecha las especies existentes en el predio Juncus acutus y Spartina coarctata para las zonas más soleadas, y se complementa con los helechos de semisombra Anemia phyllitidis y sombra Anemia tomentosa , forman rodales que arropan ruinas, restringen el acceso a determinadas áreas y ordenan los flujos. Las trepadoras Solanum laxum contribuyen a la integración de las ruinas y edificios existentes en el bosque Mauá.
El gasómetro, como edificio satélite del complejo, cuenta con un fragmento del bosque Mauá en su interior, que estará presidido por una plantación irregular de Luehea divaricata en la parte sureste que protege al edificio de la insolación directa en el verano. Cuenta con rodales de las especies que forman el sotobosque y crean pequeñas zona estanciales.
Área ampliada. Como gran estrategia ordenadora se plantean alineaciones de palmeras Washingtonia robusta en la prolongación de las alineaciones de las fachadas de las torres de viviendas de 15 plantas en las calles Julio Herrera y Obes, Wilson Ferreira Aldunate, Convención, Andes y Florida que dan al río y en la calle Carlos Gardel. De esta manera se recupera la trama urbana que conecta el dique Mauá con el primer ensanche de Montevideo, recuperando la escala de barrio que se perdió con la apertura de la Rambla, de carácter interdistrital.
Por un lado como barrera cortavientos de Acacia caven, Pouteria salicifolia, Schinus molle que genera una deflexión en la dirección e intensidad de la situación más desfavorable, el viento de dirección sur que destaca por su baja temperatura. También como superficie envolvente (o velo verde) sobre una malla protectora que permite entrever la arquitectura existente. A modo de alfombra verde de Stenotaphrum secundatum que se extiende sobre el bosque y la pradera. Generando una barrera sombráculo de diferentes especies que protege del asoleamiento directo y finalmente como filtro visual donde se alinean las palmeras Washingtonia robusta.
Es una pieza viva, pulmón y corazón verde del complejo, que responde con precisión al complejo enclave que ocupa. Es una gran sala hipóstila formada por una plantación regular de Luehea divaricata cuyos troncos de fuste recto y copa alta forman un dosel entre 12-15 metros de altura que refleja la estacionalidad con su desborre, floración y otoñada. En este bosque se abren algunos claros que forman plazas con mayor capacidad para el encuentro y canalizar los flujos actividades.
El bosque se especializa en su fachada a la costa, donde se transforma en barrera cortavientos que protege a sotavento el bosque de los temporales y el agua salobre del Río de la Plata. Esta barrera perenne e impenetrable formada por Acacia caven, Pouteria salicifolia, Schinus molle, también sirve de refugio y alimento a numerosas aves urbanas, costeras y migratorias.
El sotobosque aprovecha las especies existentes en el predio Juncus acutus y Spartina coarctata para las zonas más soleadas, y se complementa con los helechos de semisombra Anemia phyllitidis y sombra Anemia tomentosa , forman rodales que arropan ruinas, restringen el acceso a determinadas áreas y ordenan los flujos. Las trepadoras Solanum laxum contribuyen a la integración de las ruinas y edificios existentes en el bosque Mauá.
El gasómetro, como edificio satélite del complejo, cuenta con un fragmento del bosque Mauá en su interior, que estará presidido por una plantación irregular de Luehea divaricata en la parte sureste que protege al edificio de la insolación directa en el verano. Cuenta con rodales de las especies que forman el sotobosque y crean pequeñas zona estanciales.
Área ampliada. Como gran estrategia ordenadora se plantean alineaciones de palmeras Washingtonia robusta en la prolongación de las alineaciones de las fachadas de las torres de viviendas de 15 plantas en las calles Julio Herrera y Obes, Wilson Ferreira Aldunate, Convención, Andes y Florida que dan al río y en la calle Carlos Gardel. De esta manera se recupera la trama urbana que conecta el dique Mauá con el primer ensanche de Montevideo, recuperando la escala de barrio que se perdió con la apertura de la Rambla, de carácter interdistrital.